Ana Laín, directora de Economía Circular de Grupo Querqus; César Fernández, director general de ARPA; María García, responsable de línea de sistemas fluido-dinámicos para Energía y Clima (ITA); y Sergio Fernández, product manager y responsable de Sostenibilidad de Sphere-Spain, participaron en el encuentro.
En el marco del especial sobre descarbonización organizado por HOY ARAGÓN, representantes de varias empresas y centros de investigación pusieron en valor la circularidad, la innovación y la colaboración como motores para avanzar hacia la neutralidad climática.
En el debate participaron Ana Laín, directora de Economía Circular de Grupo Querqus, César Fernández, director general de ARPA, María García, responsable de línea de sistemas fluido-dinámicos para Energía y Clima (ITA) y Sergio Fernández, product manager y responsable de Sostenibilidad de Sphere-Spain.
En la mesa, moderada en torno a los retos, oportunidades y colaboración entre empresa, tecnología y circularidad, los ponentes coincidieron en señalar que el mayor obstáculo hacia la descarbonización no es tecnológico, ni financiero, sino mayormente cultural.
“La tecnología existe, los costes se pueden asumir si los ves como inversión a largo plazo. Para nosotros, el reto está en el cambio de mentalidad empresarial: transformar el modelo de negocio hacia uno que incluya invertir en descarbonización, sobre todo la pequeña y mediana empresa”, apuntó Ana Laín, directora de Economía Circular de Grupo Querqus.
En la misma línea, Sergio Fernández, de Sphere, subrayó que “el reto es multifactorial, pero la falta de cultura es muy notoria en los objetivos de las empresas. Según un estudio, el 38% de las compañías tienen planes de sostenibilidad, pero el 92% los usan solo como marketing”.
Desde ARPA, su director general, César Fernández, defendió la importancia de la convicción interna: “Lo fundamental es creer que apostar por tecnologías sostenibles te va a dar unas capacidades diferenciales y poder hacer nuevos desarrollos”. En el caso concreto de Arpa, la empresa tiene una política de inversión en proyectos de I+D orientada, sobre todo, al hidrógeno verde.
Por su parte, María García, responsable de la línea de sistemas fluido-dinámicos para Energía y Clima del ITA, matizó que “el grado de madurez tecnológica para la descarbonización es diferente porque hay sectores más difíciles de descarbonizar en el que hay mucho margen de desarrollo tecnológico y es ahí donde en el ITA estamos trabajando”.
LA DESCARBONIZACIÓN COMO OPORTUNIDAD DE NEGOCIO
Los ponentes también compartieron ejemplos de cómo la sostenibilidad ya genera valor añadido. Grupo Querqus es economía circular desde la base de su negocio, que se basa en la recuperación y reparación de palets, pero su foco ha ido más allá y ahora pueden presumir de ser residuo cero. "Lo que no se repara lo hacemos subproducto, a veces para nosotros y otras veces hacemos simbiosis industrial con otras empresas, se lo vendemos para que ese residuo lo puedan utilizar para hacer otros productos", apunta Laín.
Sphere, como empresa electrointensiva, ha centrado el foco en hacer que toda la energía que consumen 365 días del año sea verde: "Tenemos un huerto solar que permite generar el 15% de la energía que consumimos diariamente", explicó Fernández. La empresa basa además su modelo en materiales compostables de origen vegetal como alternativa a los petroquímicos que utilizan, reutilizan y después devuelven a la tierra en forma de abono.
"Aún no tenemos un línea marrón que nos permite ser motor para que la descarbonización vaya a al ritmo que debería ir, falta la conciencia popular y la infraestructura correcta e informada para que esa conciencia tenga éxito", anotó Sergio.
En ARPA, la apuesta en descarbonización se centró en el hidrógeno verde como solución para el sector de la defensa, hasta lograr el desarrollo del ciclo completo. “Contamos con el ciclo completo del hidrógeno y capacidad para orientar este desarrollo allí donde se necesite" señala el director general. Actualmente Arpa lleva sus soluciones de hidrógeno a más sectores como el sanitario o en movilidad. "Con desarrollo tecnológico, tiempo e inversión se desarrolla, pero todo empieza con la convicción de que hay que hacer algo”, señaló César Fernández.
Desde el ámbito tecnológico, García apuntó que “en Aragón, la descarbonización puede ser un negocio rentable". Desde el ITA apuntan que hay muchas empresas buscando apoyos para reconvertirse hacia una tecnología más eléctrica y, al mismo tiempo, "se están generando oportunidades de negocio orientados a la formación, porque se necesita formar a mucha gente en estas nuevas tecnologías". Un ejemplo de formación es el máster en Tecnología del Hidrógeno que ofrece el ITA junto a la Universidad de Zaragoza.
Sobre la formación apunta Sergio "Hay muchas opciones para formarte pero esta formación no está en la gente que toma las decisiones". Hay empresas que no tienen un perfil concreto dedicado a la sostenibilidad dentro de la empresa, "por lo que es difícil que otro perfil vea la sostenibilidad como un valor a futuro y no como un coste".
LA COLABORACIÓN COMO MOTOR DE ACELERACIÓN
Ante el reto de descarbonizar las empresas se encuentran con la necesidad de buscar apoyos para poder llevar a cabo la transición, por lo que la cooperación entre administraciones, industria y centros tecnológicos es imprescindible. “Estamos en una etapa de pilotos, y es clave sumar a las humanidades y la visión social para que los desarrollos tecnológicos estén centrados en las personas”, defendió García.
En este punto, César Fernández destacó mecanismos como la compra pública innovadora, “una vía interesante para lograr resultados tangibles y escalables”.
Sphere puso como ejemplo el proyecto Redol, que ha impulsado la creación de un clúster de economía circular en Aragón: “La interlocución entre empresas ya está dando frutos. Una cadena de valor que antes iba al vertedero ahora se mantiene dentro del circuito productivo”, destacó Fernández.
La descarbonización pasa así a ser no solo un reto tecnológico, sino una oportunidad de transformación que Aragón debe afrontar desde la cultura empresarial, la circularidad y la cooperación entre todos los agentes.